lunes, 30 de enero de 2012

The Wall.

Me he recorrido ya todas tus esquinas,
conozco todas tus grietas,
y sigo sin saber dónde está el cuarto de las calderas, 
dónde guardas mi control a distancia.
Muéstrame la salida de emergencia, 
tus lunares, tus monstruos, tus ganas.
Cuéntame quiénes son los fantasmas que te habitan,
sin son de papel tus paredes, si son de piel,
a dónde lleva esa puerta de atrás.
Qué se ve por tus ventanas,
qué secretos esconden tus telas de araña.
Déjame encender tu hogar,
déjame quitarte el polvo y desenterrar, 
arreglar esas goteras.
Permíteme impregnar con mi perfume
cada una de tus habitaciones,
llenar tus estanterías de historias.
Y que se enrede el verde en tu espalda,
que nos salgan raíces,
y que me encuentren así,
respirando tu aire, viviendo de ti.

jueves, 26 de enero de 2012

Cartas de un padre.

Me pregunto hasta qué punto un padre lo es para su hija por cuestiones biológicas o de convención, si es cuestión de sangre. Cuál es el límite entre la admiración racional y la que corre por las venas.

Desde pequeña he sido consciente de que tenía ante mí la mayor fuente de sabiduría, cultura e inspiración que sería capaz de hallar en toda mi vida. A día de hoy eso no ha cambiado. Mi padre: escritor, pintor, fotógrafo, incipiente músico, amante de la naturaleza y la justicia en todas sus formas. Sabio y artista. Y no hace falta que nadie me lo diga, ni que me lo niegue, está en su forma de mirar.

No podría ser mayor mi admiración hacia él, y eso, eso está en mi forma de mirar. Siempre va a ser para mí la pista a seguir, mi constructor de sueños, mi lugar seguro, mi reconciliación con el mundo. Y sé (porque lo sé), que quiera o no nunca va a dejar de existir ese hilo que nos une y que nos permite hablar como a nosotros nos gusta, que nos sacude hasta sacarnos las lágrimas.


Tienes una hija que se va de casa porque estudia en otra ciudad y piensas "la abrazaré y le diré que la quiero con toda mi alma", por aquello de que uno se va haciendo viejo y ¿quién sabe?. También piensas que es excesivo y que no servirá de gran cosa, que no añadirá nada a ese sentimiento tan puro que te embarga por la inminente separación, es más, quizá la acción de despedirse aparatosamente empañe el momento o lo diluya.  Cuando esa hija llama por teléfono, piensas que podrías ponerte al aparato y "qué tal estás, por aquí bien, bueno, tengo ganas de verte", y decides que nada que, de nuevo, no vale lo que cuesta, que de no decir "te quiero...", algo que tu hija ya crees que sabe, no tienes nada mejor que lo sustituya.  Deberías escribirle y sabes que deberás hablar de sentimientos, pero de "eso" parece que ya tendrás tiempo y que, en todo caso, "mi hija ya supone que yo..."  Un día, lo que tú no has hecho lo hace tu hija. Es ella la que te escribe para decirte casi lo mismo que dirías tú; para decirte que escribe "chorradas".  Cuando las lees, te das cuenta que se trata de ella, que hablan de ella, de qué otra cosa puede hablar uno si no es de sí mismo.  La soberbia, es precisamente la suposición de que somos capaces y competentes para hablar de los demás, de lo demás.  Sólo podemos hablar de nosotros mismos, porque estamos solos, somos solos, en una continua depresión que nos obliga a hablar a través de nuestras heridas, como mucho, por medio de nuestras cicatrices.  Somos seres heridos obligados a hablar a través de la boca, la lesión más humana que pueda concebirse, por ella vivimos y morimos, sin remisión, por ella soñamos y nos hacemos a la idea de que no estamos solos; más bien nos engañamos. La palabra, las palabras de esa hija ausente, oráculo de su herida, hermanas de mis palabras, portavoces de mi soledad, justifican mis sentimientos, someten mi irreductible pesimismo.  ¿Estaré equivocado? Quizá por encima de pre-tensiones, más allá de toda racionalidad, sometido a lo que verdaderamente tiendo, claudicando al sentimentalismo,  deberé confesar, para que no quede duda, para espantar mi soledad, que te quiero mucho.

Un abrazo de tu padre.
Jesús Viñuales
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lunes, 23 de enero de 2012

Cómo iluminar una habitación.

No es justo. Cuando está todo es mezcla de sonrisas inocentes y lujuria, y cuando se va se lo lleva con él. Me parece que estoy confundiendo conceptos.

Esa sensación de saber que esto se acabará, la sensación de no saber si hay algo realmente eterno o solamente la ansiedad del ser humano por que algo sobreviva a su existencia. El miedo a la intrascendencia. Una sensación tan fría como la de estar contemplando el ruido blanco en una gran pantalla.

No sé desde dónde estoy viéndolo. Es como una película de la que ya sé el final, y aún así me quedo a verla, esperando un giro en la historia o la muerte de la protagonista. Pero no hay villanos ni chicas preciosas; no hay milagros ni tragedias. Sólo el desquiciante suceder de la vida, que te deja con la miel en los labios, la ropa a medias y el corazón en un puño.

¿Dónde se esconde? Empiezo a cansarme de esperar…empieza a ser crónico.

jueves, 19 de enero de 2012

Luv.

8:00  Me despierto con la piel cosida al cuerpo. Una mañana más siendo una muerta viviente.

10:30  Llega y enciende. Puedo sentir cómo mis entrañas juegan al escondite cuando él me mira, cuando me toca.

12:30  Vuelvo a casa para hundirme en la autocompasión. Dentro, una a una van apagándose las luces.

16:00  Me he quedado dormida. Despierto y me faltan pedazos. Música que me acelera, pero soy de plomo. Me derramo por la habitación.

18:00  Demasiado bueno. Pero si es que no hace nada mal, y yo me empeño en que va a fallar.

19:00  Un poco más de él y es suficiente para ver los tejados de otras casas, ¿cuánto mido ya?

21:00  Vuelta a la drogadicción. Debería calmarme, confiar. Me falta el aire y me sobra voracidad.

00:00  Y sigo aferrándome. Me sobran horas y me faltan minutos. Me sobran todos y me falta él.

02:00  Ya no me queda piel. Una noche más en carne viva, con este pequeño monstruo latiendo. Seguirá despierto, recogiendo, cosiendo, curando…hasta mañana.

lunes, 16 de enero de 2012

Jaque mate.

Un día me dijeron: “No pienses en venganza, déjalo que pase, olvídalo. Será lo mejor.”
Hoy me veo capaz de matar.

He perdido ya la cuenta de cuántas veces he ardido de esta manera. Me convierto en cenizas, y antes de darme cuenta ya estoy ardiendo otra vez. Hierve el mercurio que me corre por las venas. Se hunde mi pecho y se ancla. Presión. El aire no pasa por mi garganta, voy a estallar.

Ganas de romper, de acuchillar, de gritarle a todo el mundo quién eres.
¿Quién eres? No lo sé, la verdad. La única respuesta que se me ocurre es: ni la millonésima parte de lo que podrías haber sido. Quien no dices ser.

¿Que no quieres que vuelva a hablar sobre ti? No te preocupes, lo has perdido, te lo mereces.

Lo has conseguido, esto es lo que querías, verme furiosa. ¿Te has divertido, verdad? Pues vigila tus espaldas, y bien sabes que esto no es broma, bien sabes que la cordura no es mi punto fuerte.

¿Acaso no te das cuenta? Durante mucho tiempo sólo has hecho que cavar tu propia tumba. Y no porque yo vaya a matarte (oh, no, no), bien sabes que soy una exagerada.

Pero ya me lo contarás, ya echaremos cuentas.

domingo, 15 de enero de 2012

Es sólo un pinchacito, no te dolerá nada.

No puedo dejar de mirarte. Estás aquí a mi lado, dormidito, como un ángel. Sin duda eres lo más ñasdñljfadslfajs que he visto…joder, no me puedo creer la suerte tengo.
No te vayas, no quiero, no puedo. Me niego. Si es que aún no te has ido y ya tengo ganas de volver a verte, de no soltarte, de besarte hasta que duela.

Y sé lo que va a pasar cuando despiertes. Y sé que me va a entrar el pánico.

Cuando veas las señales de humo déjame decirte que te lo avisé, que esta mala mujer viene sin garantía y sin un duro. No hay manual de instrucciones ni ticket de devolución.


domingo, 8 de enero de 2012

261612214

[Lo que puede dar de sí un viaje en autobús.]

Tras una larga conversación con mi almohada, como se suele decir, he sacado en claro una de las cosas que no me gustan sobre cómo va esto:
Desde el principio dije que este blog no era más que una manera de volcar mis pensamientos para tenerlos más claros y así intentar aclararme yo misma. Pues bien, he llegado a la conclusión de que tal vez eso no sea más que una excusa para justificar el hecho de que no tengo nada interesante que decir, nada relevante que aportar al mundo. Habiendo leído otros blogs me he dado cuenta (sin sorpresas) de que la gente los suele usar para dar su opinión sobre algún tema interesante o casos parecidos, y ¿qué hago yo? hablar de mí.

De todas formas esto tampoco es que me perturbe demasiado, por lo que he dicho antes: este sitio es para mí, como ayuda. Pero claro, me jode darme cuenta de que no sé nada sobre nada. ¿Por qué? pues no sé, no es desinterés, simplemente vagueza. Y como buena vaga voy a pasar de esto, me la suda bastante. (Vuelta a la bipolaridad).

***

Eres pura contradicción, amor.
P'aquí, p'allá. Báilame el agua, déjame en paz.
Y yo aquí bailando y por allá dejando, esperando que la vida tenga el capricho de volvernos a juntar, pero con condiciones favorables esta vez. Pues bien sabe ella que me debe una.

***

Sin duda alguna Huesca no me sienta bien. Me ha dejado hecha polvo. Algo se ha infiltrado en mi sangre. No sé, un virus. Un virus que hace que cada vez que la noche cae, mi reflejo, el reflejo de cualquier cosa me intenta decir algo. Como si quisieran gritarme y advertirme de un peligro, de un error…y cada vez que la noche cae me siento más y más extraña, como si en realidad viniera de dentro de mí. Y cada átomo de mi cuerpo tira en una dirección. Y duele.
Me voy a romper, lo sé.

jueves, 5 de enero de 2012

La llama 'su otra casa'.

Llevo todo el día sin poder sacarme esta canción de la cabeza...a ver si esto funciona.
Crucemos los dedos.

Elephant (Damien Rice)



"What's the point of this song? Or even singing?
You've already gone, why am I clinging?

Well I could throw it out, and I could live without, and I could do it all for you, I could be strong.
Tell me if you want me to lie, 'cause this has got to die. I said, this has got to stop, this has got to lie down, down, with someone else on top.
You can both keep me pinned, 'cause it's easier to tease. But you can't make me happy quite as good as me...

...well, you know that's a lie."