Pero cuando son los monstruos los que hibernan yo puedo cerrar los ojos y deshacerme en cenizas, escamas y diamantes; y vuelo y me cuelo y soy mil piezas de un puzzle que no se volverán a encontrar. Te busco las cosquillas, me deslizo por tus venas al ritmo del sonido de los cuchillos que esquivas. Y de repente soy agua, miles de gotas, partículas que llevan mis ojos, mi boca, mis ideas; cada una de las razones por las que me gustan el color verde, el número ocho y tú. Y tú, perfecto recipiente, dices mi nombre en voz alta y las recoges en una sola sombra. Un solo ser:
Us (Regina Spektor).